El gobernador de la provincia de Mendoza ha presentado en la Cámara de Diputados su proyecto de ley de reforma del sistema educativo. La primera observación que cabe hacer es que el proyecto está redactado en términos condicionales, lo que genera inseguridad respecto a su aplicación efectiva, ya que siempre estará sujeto al presupuesto anual y presenta, en su esencia, un carácter condicionante.
Con frases tales como:
a) mejora de la gestión educativa,
b) puesta en valor de la función docente a través de incentivos,
c) manejo eficiente de los recursos,
d) ordenamiento administrativo,
se crea el ítem de incentivo denominado «dedicación», que incluye la formación continua y algunas «carreras prioritarias». Los docentes capacitados en estas especialidades prioritarias serán reconocidos económicamente una vez certificada su formación, lo que podría tomar de uno a cinco años (sin que el beneficio sea seguro durante ese periodo).
Es importante aclarar que el Director General de Escuelas evaluará cada año si estas especialidades continúan siendo prioritarias y si existen los fondos necesarios para su implementación.
Este incentivo también se relaciona con un beneficio que ya existe, (conocidos como traslados definitivos) los docentes pueden cambiar de escuela cada dos años o más, agregando por cada período continuo en la misma escuela agregando un reconocimiento económico adicional. Para acceder a este beneficio, que nuevamente no es seguro, deben cumplirse dos condiciones: especialización en áreas prioritarias y permanencia de al menos dos años en la misma institución. Sin embargo, si el docente se traslada por razones amparadas en el Estatuto Docente, pierde este beneficio, que sólo se otorgaría después de dos años en la nueva escuela.
Siguiendo con el análisis de los fundamentos, el proyecto también propone la figura de un Director General de Enseñanza, sin aclarar si se trata de un cargo político del gobierno o de la primera minoría, ni si debe tener experiencia en algunos de los niveles obligatorios (inicial, medio y/o secundario) o si requiere el aval de la Cámara. Es importante que en este punto y el próximo que analizo se están creando cargos y con ellos derogaciones económicas innecesarias.
En cuanto al último punto, el proyecto aborda las Misiones Especiales, que corresponden a aquellos docentes que cumplen funciones fuera de las escuelas. Actualmente, estos docentes no perciben ciertos ítems salariales, pero reciben compensaciones de otra manera, por ejemplo, cuando actúan como asesores de legisladores. El proyecto establece lo que denomina «función diferenciada» y lo agrega en el Artículo 22, señalando que el Director General de Escuelas podrá autorizar el pago de un adicional complementario, dando a pensar que existiría algo así como “Misiones Especiales VIP”.
Para finalizar, con experiencia en el sistema educativo y con muchos años de servicio, lo que se espera de un gobernador que entienda que el gran transformador de la sociedad es la educación es que:
a) aumente el porcentaje de presupuesto destinado al sistema educativo,
b) garantice un sueldo digno para el docente mendocino que le permita cubrir su vivienda, movilidad, salud, recreación y perfeccionamiento,
c) evite crear ítems que suenen bien en los titulares de los diarios, que extorsionen psicológicamente a los docentes y los enfrenten con la sociedad.
A los diputados, senadores, gremios y a la sociedad en general debo decirles que nada cambiará en la educación bajo el sol de Mendoza si quienes redactan las leyes no practican el ejercicio de enseñar y aprender. Si no aman a quienes son los verdaderos actores del sistema y no logran ponerse en su lugar.
